* El Velero de mi Alma * Es mi Conciencia esa vela que surca el mar eterno de la experiencia. Será mi Cuerpo ese mástil caduco que he de tomar en cada puerto. Mástil y vela, Conciencia y Cuerpo, herramientas vitales de quien navega. Mi Alma es el barco, su bandera la Paz, timonel mi Razón, y Confianza su casco. |
miércoles, 7 de octubre de 2009
Poema: "El Velero de mi Alma"
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Bravoooo mi querido amigo, que bello poema
ResponderEliminarque armonia en cada estrofa, de veras que
me encanta pasear por tus bellas inspiraciones.
Besitos
*
ResponderEliminarHe tratado, Yasmina,
de dejar plasmado en cortos y amenos versos,
lo que pienso respecto a lo que somos
como cuerpo, mente y alma.
Gracias por tu Comentario.
Un abrazo.
Angel
Un velero blanco cruza mi añoranza,
ResponderEliminaresculpe la mar brava con sus aguas.
Estrellas de plata dibuja y lunas blancas,
en el cielo de mis noches iluminadas.
Una nube de pasión cruza los cielos,
bajando lluvia pequeña en fina danza.
Yo camino por las sendas de tus cielos,
fundiendo en mi costado la esperanza.
Perdidas entre dulces sueños dos almas.
Su reencuentro multiplica las estrellas,
observando atentas a la dama
Galatea, ninfa entre las bellas.
Solo quiero la tersura de tus labios
y mi barca anclada en tu puerto.
Adueñarme de la mirada de tus ojos.
No retroceder ante el embate de tus besos.
Rotas las ánforas de viajes y despedidas.
El amor en oscuras celdas prisionero.
Torbellinos de ilusiones renovadas.
Ha roto los barrotes de mi encierro.
A la orilla de la mar espero tu regreso.
Libre , con ilusiones y esperanzas.
Deseoso de cumplir mi soñado deseo.
pasan los días, tempestades y bonanzas.
Aventura
ResponderEliminarLas velas tensas del Galatea
con el viento a su favor,
va surcando los mares
y canta mi corazón.
Ni borrascas ni tormentas
detendrán esta aventura,
tengo historia, sol y viento
tengo rumbo y dirección.
Llevo en mis arcas tesoros
de inigualable valor,
recuerdos viejos, tristezas nuevas
y alegrías al por mayor.
Las bodegas van repletas
de vivencias compartidas,
de miradas como estrellas,
de cariños florecidos,
de perfumes del amor.
Hay baúles que rebosan
sentimientos olvidados,
gestos no comprendidos,
nostalgias, horas felices,
años de intensa pasión.
En una caja pequeña,
con forma de corazón
hay lágrimas y sonrisas
que guardo hace muchos años
son mi tesoro mayor.
Las velas tensas, el Galatea altivo,
sol arriba, y con el viento a mi favor
van conmigo mis tesoros
los guarda mi corazón.
El Galatea navega de nuevo
ResponderEliminarAquel viejo Galatea, fatigado
por muchas singladuras por los mares,
hubo de renunciar a sus andares
quedandose en quietud, a un puerto anclado.
Ya vientos y tormentas son pasado
recuerdos, solamente los lugares,
que en su ir y venir, dudas y azares,
su quilla trotadora, había pisado.
Quizás alguna vez hoy, todavía,
bulla en sí la nostalgia de algún día
y sienta tentacion de andar camino,
y crea haberlo conseguido.
Pero que se de cuenta que eso es sueño,
al conseguir saber que ya no es dueño
de disponer por sí de su destino,
aunque puede ser un desatino:
El pensar que marinos leales,
de un apartado muelle tomado,
con ilusión y ya desanclado
surca con ellos los mares.
El Galatea navega de nuevo
con sus velas enchidas de viento,
lugares, mar, firmamento,
cobró realidad su sueño
El aprendiz y el Galatea
ResponderEliminarDesde que era niño siempre tuvo un sueño,
se lo dió un barquito de papel,
y fue desde entonces que quiso ser dueño
del velero blanco y navegar en él.
No por los paisajes de cielos lejano
tampoco por islas de hermoso coral
él solo soñaba sentarse en su barco
y por una brisa dejarse llevar.
Al pasar el tiempo se quedó en un sueño
nunca cumplió su anehelo de mar
nunca dijo nada, y siempre su empeño
fue en el Galatea poder navegar.
Al pobre velero nadie le ofrecía,
por sus pocas fuerzas un poco de mar,
y allí en el puerto día tras día
se le arrebató su deseo de poder navegar.
Pasado ya el tiempo aparece en su sueño
y se va hasta el patio, buscando soñar,
en la vieja silla, se siente en el barco,
cerrando los ojos escucha la mar,
y hasta hay una brisa
que baja a sus labios
olas pequeñitas
con sabor
a sal.
Bellos poemas los que tu gran amor al
ResponderEliminarBuque Escuela Galatea
te ha hecho escribir.
Te felicito.
Un abrazo.
Angel