viernes, 3 de abril de 2009

Poema: "¿Musas del amor?"


Muchas dudas, preguntas y razones
se agolpan desde el alba de mi mente,
quiero hallar el por qué de los quejidos
en la ausencia del amor que me embriaga.

Pienso siempre que aquellos amoríos
vividos con tesón y frenesí,
fueron fruto del alma que encontrara
para en ella poderme comprender.

Soy aquel que disuelve el desencanto,
soy aquel que remueve la pasión,
soy aquel que fusiona las entrañas,
soy aquel que aún aspira a ser en Dos.

Dos criaturas unidas en la mente,
dos criaturas fundidas en el Ser,
compartiendo ilusiones concebidas
sin escollos que puedan socavar.

No es la musa algo ajeno a mis entrañas,
soy yo mismo quien la hace florecer,
está inmersa en el fuego que se aviva
con el eco surgido desde ti.

Si te amé con pasión y con ternura
no reproches si no lo vuelvo a hacer,
no fingí con la entrega a tu persona,
me faltó tu alimento, tu candor.

No se nutren los fuegos de una fragua
con los hierros que tienes que forjar,
se precisa de aquellos carburantes
que el amor y ternura saben dar.

1 comentario:

  1. ¿Musas del amor?

    Muchas dudas, preguntas y razones
    se agolpan desde el alba de mi mente,
    quiero hallar el por qué de los quejidos
    en la ausencia del amor que me embriaga.

    Pienso siempre que aquellos amoríos
    vividos con tesón y frenesí,
    fueron fruto del alma que encontrara
    para en ella poderme comprender.

    Soy aquel que disuelve el desencanto,
    soy aquel que remueve la pasión,
    soy aquel que fusiona las entrañas,
    soy aquel que aún aspira a ser en Dos.

    Dos criaturas unidas en la mente,
    dos criaturas fundidas en el Ser,
    compartiendo ilusiones concebidas
    sin escollos que puedan socavar.

    No es la musa algo ajeno a mis entrañas,
    soy yo mismo quien la hace florecer,
    está inmersa en el fuego que se aviva
    con el eco surgido desde ti.

    Si te amé con pasión y con ternura
    no reproches si no lo vuelvo a hacer,
    no fingí con la entrega a tu persona,
    me faltó tu alimento, tu candor.

    No se nutren los fuegos de una fragua
    con los hierros que tienes que forjar,
    se precisa de aquellos carburantes
    que el amor y ternura saben dar.
    .

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